CHILE.- Que la mancha del Mundial 2014 sea indeleble no quiere decir que Brasil no se sienta urgida de tramitar su duelo, conservar la inmaculada serie de victorias que conduce Dunga y llevarse una Copa América que ya ganó ocho veces.
En Venezuela, en 2007, fue la última conquista. También se había quedado con la edición anterior (Perú 2004), con la de 1989, la de 1997 en Bolivia, 1999 en Paraguay, y otras tres en su casa: 1919, 1922 y 1949.
Sería excesivo afirmar que Brasil no le ha dado importancia a la Copa América, pero no tan excesivo sería deducir que tampoco ha sido fuente de sus desvelos.
En cualquier caso, el estruendoso Waterloo del Mundial supone una herida que además de abierta es de las que impone una agenda cargada de responsabilidad: volver al llano y sin eludir peldaños abocarse a la delicada reconstrucción de sus atributos históricos, de su autoestima y, por añadidura, de su reputación.
Y hasta el momento la nueva etapa de Dunga está poblada de buenas noticias: Brasil está dando señales de un perfil definido que se expresa en un piso de rendimiento confiable y en un techo que sin ser fuera de serie ha garantizado nueve triunfos en otros tantos partidos amistosos. En fin: cartón lleno, 21 goles a favor y dos en contra, no está tan mal. Y como no está tan mal, y como cuando hay hambre, no hay pan duro, Dunga carecerá de muchos clubes de admiradores pero no del creciente respeto expresado en un equipo corto, de dientes apretados, dinámico y energizado en el medio campo y variado en una ofensiva que tiene en Neymar a un crack.
Desde luego, la “canarinha” modelo 2015 es diferente de la que al mando de Felipao fue humillada por Alemania y Holanda en el Mundial. Diferente en sus modos en la selección de personal: hoy el arquero es Jefferson, el de Botafogo; el compañero de David Luiz en el centro de la defensa es Miranda; el lateral izquierdo es de Filipe Luis, en el medio campo destacan Elías y Coutinho y en el ataque se ha consolidado Diego Tardelli.
La enumeración de las ausencias más o menos notorias Marcelo, Oscar y Luiz Gustavo, pero en el caso del aguerrido futbolista del Wolfsburgo por una lesión en un menisco. Brasil debutará el domingo, contra Perú. (Télam)